Inteligencia Artificial para desvelar los misterios de los Archivos Secretos del Vaticano
Hablamos con Serena Ammirati, profesora de Paleografía de la Universidad Roma Tre. Ella y sus colegas desarrollan el proyecto In Codice Ratio que pretende trascribir los archivos utilizando una combinación de software de inteligencia artificial y reconocimiento óptico de caracteres
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Madrid
Los archivos secretos del Vaticano llenan unos 85 kilómetros de estanterías. Hay correspondencia de los papas, cartas históricas de Miguel Ángel, de reyes, archivos relaciones con la cosecha de diezmos o tributos debidos a la Iglesia. Ahora mismo si deseas leer algún manuscrito o algún documento de los Archivos debes pedir un acceso especial, viajar hasta Roma y recorrer las páginas a mano. Los archivos son tan voluminosos que transcribirlos ha sido hasta el momento imposible. Hasta el momento.
Porque los departamentos de paleografía y de ingeniería de la Universidad Roma Tre llevan dos años desarrollando un proyecto llamado 'In Codice Ratio' que pretende trascribir los archivos utilizando una combinación de software de inteligencia artificial y reconocimiento óptico de caracteres. Como un rompecabezas, la máquina reconoce los trazos individuales de las palabras, "la novedad de nuestro proyecto es que la máquina no aprende a reconocer las palabras, sino las letras individuales, lo cual supone una grandísima ventaja", dice Serena Ammirati, profesora de Paleografía. La dificultad de partida es que hablamos de documentos manuscritos antiquísimos, "son textos escritos a mano, a veces por manos a veces expertas, y otras no tanto. Además estos documentos contienen numerosas abreviaturas técnicas, así que hemos tenido que enseñar a la máquina a reconocerlas como símbolos diferentes a la letra.
Por ahora se ha comenzado a transcribir con una fiabilidad del 70% el archivo de cartas del Papa Honorio III. Pero el potencial es altísimo. "Los papas a lo largo del tiempo han ido conservando muchísimos tesoros", dice Ammirati. ¿Saldrán a la luz misterios? "Una transcripción masiva de estos millones de documentos podría aportar datos sobre la Iglesia de Roma y sus relaciones internacionales, y ciertamente podría ayudar a responder algún misterio por aclarar" aunque, confiesa, "de forma más realista puede ayudar a desenmascarar algún falso mito".
