Fiesta en la calle
Madrid
En la dictadura el Primero de Mayo era una distracción. Franco mandaba a retransmitir fútbol y las calles se quedaban quietas. Un país triste cuyos gobernantes desdeñaban la libertad de reclamar trabajo, vidas mejores. La libertad trajo las calles llenas, el ciudadano con derecho a decir no y por ello no ser perseguido por policías a caballo. En un tiempo, entre nosotros, este era un día de aburrimiento y miedo. Hace rato es un día de fiesta en la calle. Lo celebro desde Buenos Aires, donde es un día del santoral de una nación que vive pendiente del 1 de mayo.