Para Miguel Díaz-Canel
Madrid
Señor Presidente de Cuba, según la propuesta de Raúl Castro, refrendada hoy por los diputados de la Asamblea Nacional. Su ascenso ha seguido la norma de "buen porte y buenos modales abren puertas principales". Pero, llegado a la presidencia, tendrá que suscitar esperanzas más allá de los últimos excombatientes de Sierra Maestra, declarados a extinguir. A partir de ahora, sólo computarán en su favor los méritos que le reconozca el pueblo cubano, deseoso de ganar en libertad y en condiciones de vida. Le convendría una toma de posesión por todo lo alto para tomar impulso. Veremos.