El dilema de Rivera con Cifuentes
Si hay solución a la murciana, Ciudadanos tiene que decidir a qué PP va a apoyar: al viejo PP de Aguirre, González y Granados o al que llaman nuevo PP de Cifuentes y los consejeros que han corrido en su auxilio contra todas las evidencias
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Buenos días desde la Puerta principal de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Esta mañana nos hemos venido a compartir con profesores y alumnos el difícil momento que atraviesa esta Universidad por el escándalo Cifuentes. Nos hubiera gustado estar dentro, en el Campus, pero la Universidad no lo ha autorizado. Nos hubiera gustado escuchar, además de a profesores y alumnos, a los responsables de este centro al Rector, al vicerrector, o al director del máster en cuestión . No han querido ninguno. Una pena porque su amplísima comunidad, aquí estudian 40 mil alumnos y dan clase 1.500 docentes, necesitan explicaciones. Al margen de que el caso esté judicializado ya, hacen falta explicaciones públicas para traer calma y seguridad a esta Universidad y a todas. Porque muchos estudiantes y muchas familias se estarán preguntado si están invirtiendo bien su tiempo, su esfuerzo y su dinero. Se estarán preguntado si lo que ha pasado con el máster de Cifuentes es un caso aislado o ha ocurrido más veces. Porque alguien debería responder a esta pregunta: ¿Va a poner la Universidad en marcha algún mecanismo de transparencia que permita fiscalizar todas las notas, trabajos y evaluaciones? La Protección de Datos no puede ser un muro, un parapeto que oculte arbitrariedades. Por eso también hubiéramos querido hacer preguntas al Consejero de Educación de Madrid, del que depende este centro. No ha querido. O al Ministro de Educación, por elevación, tampoco ha querido. Silencio, opacidad …, algo que casa mal con el conocimiento y el pensamiento crítico al que debe dedicarse una Universidad. Y silencio que contrasta con el estruendo del aplauso que el PP le dedicó este fin de semana a Cristina Cifuentes en su convención. El partido en el gobierno ha puesto en marcha su defensa clásica con dos argumentos igualmente clásicos. Uno, hay que esperar a que hablen los tribunales. Pero los tribunales dilucidan la calificación penal de los hechos y sus responsables. En cambio, la confianza, la ética y el uso o abuso de las instituciones no se examinan en la justicia, sino en la política. Y segundo argumento: esto no es una trama del PP sino contra el PP. ¿Se acuerdan? Pues ya tenemos al PP de Madrid olvidándose de los hechos irregulares y señalando a quienes denuncian los hechos irregulares. Pero los hechos son tozudos: y a fecha de hoy, lunes 9 de abril, lo único acreditado es lo que dijo el Rector. Ni trabajo fin de curso , ni defensa presencial pese a que solo 24 horas antes Cifuentes había dicho que lo defendió de forma presencial en el campus de Vicálvaro.
Pero Cifuentes sigue siendo presidenta, sostenida por Ciudadanos. A las doce termina el plazo que los naranjas han dado al PP para registrar la comisión de investigación con la que le darán oxígeno a Cifuentes para seguir adelante. Pero Cifuentes cae si Ciudadanos no apoya la moción de censura que lidera Ángel Gabilondo y se activara lo que se llama una solución a la murciana para poner otro presidente popular. Entonces habría que preguntar a Ciudadanos a qué PP apoyaría. El viejo PP madrileño es el de Ignacio Gonzakez, Francisco Granados y Esperanza Aguirre. El que llamaban nuevo PP es el de Cristina Cifuentes y los consejeros y diputados que han corrido en su auxilio estos días, contra todas las evidencias.