Necesitamos la primera generación sin odio

Una de las preguntas que más nos hacen a los que no somos heterosexuales es cómo reaccionó nuestro entorno cuando soltamos la bomba de relojería. En mi caso no hubo ni dramas ni sorpresas. Para nadie fue la confesión más importante ni tampoco la sorpresa que menos esperaban. Sin embargo no todos tienen tanta suerte. Más de la mitad de los niños LGTBI reconoce haber sufrido acoso escolar y esa cifra se dispara en el caso de las personas transexuales. El 78% admite haber sufrido discriminación y vejaciones por su identidad sexual. A pesar de que las lesbianas, los gays, los bisexuales, transexuales e intersexuales existimos y formamos ese acrónimo de LGTBI, a pesar de que somos muchos, no se educa sobre diversidad sexual en los colegios. Se debería. Las leyes nos protegen y son imprescindibles, pero la educación además previene. Hay que educar a los más pequeños para que de verdad no tengan prejuicios sexuales. Necesitamos esa primera generación que no odie a los que sean y sientan de una manera diferente. Es absolutamente imprescindible educar en la diversidad.

Existen otras orientaciones sexuales. Existen otras identidades de género. Hay quien obtiene placer y manifiesta su deseo de un modo muy diferente al que estamos acostumbrados. Dejémoslo ahí, pero sumemos. Estas sexualidades simplemente suman. No las podemos estigmatizar y considerar la rareza que hay que recomponer. Amar a quien quieras amar o saber quiénes nos rodean independientemente de lo que tengan entre las piernas son la base del respeto y la madurez como sociedad. Y son la base de los derechos humanos; no lo olvidemos.

Prioricemos el tipo de sociedad que queremos ser. Antes les hablaba de prejuicios; son el germen de cualquier odio... Denis Diderot fue un escritor francés conocido por su importante papel en la elaboración de la primera Enciclopedia, proyecto insignia de la Ilustración Francesa y clave del conocimiento en la época moderna. Diderot dijo que "La ignorancia está menos lejos de la verdad que el prejuicio". Fíjense si es fácil alcanzar entonces toda esa verdad.

Los prejuicios no germinan con el conocimiento de por medio... Fíjense si es fácil... ¡Aprendamos! ¡Dejémosles sin argumentos por mucho que se empeñen en que odiemos!