¿Legislar a golpe de dolor?
Del debate de hoy quedará sólo la espuma del agrio enfrentamiento en el pleno, que ha estado a punto de ser suspendido
Madrid
El Congreso de los Diputados ha rechazado el endurecimiento de la prisión permanente revisable que promovían PP y Ciudadanos. La iniciativa de la derogación, presentada por el PNV, sigue adelante. Sin embargo, del debate de hoy quedará sólo la espuma del agrio enfrentamiento en el pleno, que ha estado a punto de ser suspendido. La discusión no sólo ha enfrentado a los partidarios de la derogación frente a los del endurecimiento, sino que también ha enfrentado a estos últimos.
El PP ha reprochado a Ciudadanos su cambio de postura que, es verdad, ha sido espectacular. Hace sólo cinco meses, el partido de Rivera rechazaba esta pena por considerarla inhumana e imprecisa, contraria a la reinserción y a los principios de legalidad y seguridad jurídica. Hoy pretendía endurecerla. Cabe preguntarse qué ha pasado en España en este tiempo que justifique este viraje. Pero la misma pregunta podría hacerse al PP para justificar que en sólo tres años pretenda modificar una ley tan dura y tan restrictiva en su aplicación. No hace falta explicar lo que ha pasado. Y precisamente eso hace especialmente rechazable lo que hoy ha sucedido: que se pretenda legislar en nombre del dolor descarnado de las víctimas pero mirando a las urnas.