Los canallas de la mentira

Otro 11 de marzo, han pasado ya 14 años, y José María Aznar aún no ha pedido perdón. Un balance terrible del mayor atentado que recuerda Europa: ni más ni menos que 191 muertos en los trenes, más un policía que falleció en la inmolación de los terroristas en Leganés. Pero nunca debemos olvidar a los 2.084 heridos y a sus familias. Todavía alguna de las víctimas, Laura, por ejemplo, que tenía 26 años en el momento del atentado, estuvo diez años, hasta su muerte, en estado vegetativo. Por resumir, siete sufren gran invalidez, 21 son incapacitados permanentes absolutos, 61 son incapacitados permanentes totales y 28 padecen incapacidad permanente parcial. Un horror. Pero Aznar es el único presidente de aquel trío de las Azores que nunca reconoció el error de haber desencadenado una guerra basada en la mentira de las armas químicas, que destrozó Oriente Medio y que ha causado una cifra incalculable de muertos, entre ellos miles y miles de niños aplastados por las bombas que desató aquella sonrisa al viento. Aznar I el Soberbio tampoco ha pedido perdón a los españoles por insistir, con el descaro de los cínicos, en que los autores del atentado eran etarras, hasta mucho después de saber perfectamente que habían sido yihadistas. Ni aquellos canallas conspiranoicos de la mentira –ahora fake news- se han puesto de rodillas. Mal rayo les parta a todos.