Camps, otro amo del universo
¿Cómo puede el expresidente valenciano presumir de llevar la cabeza bien alta si ha estado rodeado de chorizos y mangantes, cuidadosamente elegidos por él mismo a dedo?

Camps, otro amo del universo
01:23
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Son los amos del universo y nada ni nadie les borra el rictus de elegidos para la gloria. De la necesidad hacen virtud y con su porte van diciendo aquello de antes muerto que sencillo. El último ejemplo, Francisco Camps, el otrora poderoso virrey en la Comunidad Valenciana del todopoderoso PP, hoy achicado hasta el córner, recluido en el rincón de los trastos viejos. Comparecía ayer en el Congreso y convirtió su presencia en una mera representación teatral, aunque absolutamente sobreactuado en su papel, tan mal actor que es como político que fue. ¿Cómo puede presumir de llevar la cabeza bien alta quien ha estado rodeado de chorizos y mangantes, cuidadosamente elegidos por él mismo a dedo? Consejeros en la cárcel, tramposos que se hacían trajes con cargo a las coimas, amiguitos del alma que regalaban fastuosos presentes, y sí, también a él, el paladín de la honestidad, Francisco Camps, el gran presidente. Dice que jamás supo cómo se financiaba su partido, del que él era el máximo jefe en su territorio. ¿Nos lo dice o nos lo cuenta? ¿Dejó hacer o no se enteraba de nada? Tan parecido a la desahogada Esperanza Aguirre, alguien debería pedirles responsabilidades de todo lo que se cocinó ante sus mismas narices. Dice Camps que siente el cariño de Rajoy. Faltaría más, carne de mi carne, sangre de mi sangre.
Más información