"No es vendetta, o somos todos o no somos ninguno"
Tristán, el vecino que ha emprendido su particular justicia, nos cuenta qué pasa con las terrazas de los pisos en Salamanca
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DAVID ARRANZ
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Madrid
Algo huele a cerrado y a venganza en Salamanca... Cerrar su terraza en esa ciudad aislándola del frío con una cristalera, puede costarle una multa muy por encima del precio de obra. Y porque a su vez esa multa puede ocasionar una venganza que acabe afectando a casi mil vecinos, como relató Manuel Viejo en el periódico EL PAÍS.
"No es Vendetta, o somos todos o no somos ninguno"
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Un jubilado, llamado Tristán inició este 'efecto dominó' que ha terminado afectando no sólo a él sino también a 800 vecinos más.
Tristán decidió acristalar su terraza para resguardarse mejor del frío que hace en invierno. Este fue denunciado por su vecino de arriba y Tristán decidió quitar la cristalera. Pero como la multa seguía efectiva hasta que su vecino la quitase decidió vengarse.
Tristán recorrió toda la ciudad de Salamanca para denunciar también a todos los vecinos que, como él, también decidieron cerrar su terraza. Tristán nos cuenta cómo pasó y cuáles fueron los motivos de su conducta. ¿Cómo acabará todo esto?