Zanahorias
Con su desparpajo habitual, el ministro de Hacienda reconocía el verano pasado que dejaban las zanahorias, las alegrías de gasto, para las fechas electorales
Madrid
El Gobierno se moviliza y moviliza todos sus recursos para tratar de taponar la sangría de las encuestas. Hoy la SER les cuenta los frentes que abre Rajoy para tratar de ganarse el favor de los electores que se le van a chorros a Ciudadanos. Atentos porque son muchos:
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Primero. Montoro tiene previsto durante el mes de marzo reunirse con los sindicatos para hablar del salario de los funcionarios, recuperar las 35 horas semanales en la Administración, empezar por fin la negociación de la financiación autonómica y renegociar la deuda de las comunidades. Y ya se comprometió con los ayuntamientos en liberarles el déficit para que lo puedan gastar. La idea de Montoro es aprobar el proyecto de presupuestos en el Consejo de Ministros del 23 de marzo.
Segundo. Anoche a última hora, Interior y sindicatos llegaron a un preacuerdo con una mejora salarial sustancial para policías y guardias civiles.
Tercero. En marzo el Gobierno anunciará un plan de vivienda.
Cuarto. Adelantamos también el contenido de la Ley de Igualdad del PP y en la que incluye medidas que rechazó cuando las propuso Podemos, como la publicación de los sueldos de las grandes empresas para detectar la brecha salarial
Quinto. El gobierno pone sobre la mesa al fin su plan de inversiones en Educación. Y ni siquiera en este contexto de subasta de dinero compensa los recortes de la crisis en este asunto fundamental. Cinco mil millones en siete años. Menos de lo que se ha desinvertido desde 2009.
Ahora tendrá que fajarse con una oposición, ávida de proyectos a los que hincarle el diente tras meses de parálisis y que huele además la debilidad del gobierno. Y sobre todo tendrá que trabajarse la credibilidad. Porque a Montoro se le ve todo porque lo cuenta él mismo: “Sería el segundo año de legislatura. Todavía nos quedan dos más y tenemos que tener, digamos, zanahorias, para luego la negociación”.
Con su desparpajo habitual, el ministro de Hacienda reconocía el verano pasado que dejaban las zanahorias, las alegrías de gasto, para las fechas electorales. Y se ve que las encuestas han acelerado el ritmo. Porque cuatro días después de que los pensionistas tomaran las calles. Montoro anunciaba ayer sin mucha precisión una gran zanahoria: rebaja de IRPF para los mayores. No, no es una subida de las pensiones. Es una rebaja del IRPF que no sirve de nada a los jubilados más pobres, los que cobran pensiones por debajo de 900 euros al mes porque ellos ya no tienen que hacer la Declaración de la Renta. De manera que a la espera de detalles, la oferta de Montoro afecta en realidad a las pensiones más altas.