Imaginen el absurdo
Madrid
En esto de Colau y el Rey habría que introducir algunos paralelismos o paradojas. Imaginemos que el Rey tiene algo que reprocharle a la alcaldesa, que puede darse el caso, y decide no acudir a Barcelona, pero nunca. Imaginemos que a los ciudadanos de Barcelona tampoco les gusta algo que hace la alcaldesa y la quitan de la alcaldía. Y como no les gusta algo de lo que hizo como alcaldesa no la saludan en la calle y la pitan y la insultan. Pues imaginando todo eso es como se vuelve absurdo todo esto que pasó en Barcelona este domingo.