¿Y si no tienes dónde caerte muerto?
¿Por qué una sociedad en la que el nacimiento está cubierto por la sanidad pública, lo que sucede tras la muerte, sigue siendo de pago?
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¿Y si no tienes dónde caerte muerto?
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Madrid
El cadáver de un niño de siete años ha permanecido 20 horas en su domicilio antes de ser trasladado al tanatorio. Parece que la funeraria pidió 1.600 euros para hacerse cargo del cuerpo de los que la familia no disponía. A partir de ahí, hay diversas versiones sobre lo sucedido, pero lo cierto es que pasó casi un día hasta que el cadáver del pequeño fue trasladado y la situación pudo ser resuelta.
Es cierto que nos encontramos ante una situación excepcional pero que suscita múltiples preguntas. La primera, sobre lo que sucede en nuestro país cuando una familia no tiene recursos económicos para hacerse cargo de un sepelio. La segunda, sobre el elevado coste de un procedimiento inexcusable tras un suceso inevitable. Y la tercera, casi filosófica, por qué una sociedad en la que el nacimiento está cubierto por la sanidad pública, lo que sucede tras la muerte, sin embargo, sigue siendo de pago.