Atmósfera sangrienta
Madrid
Qué raro este país, qué terrible. Despedimos a Forges, el filósofo del humor libre, y alrededor se reconstruye una atmósfera sin humor, propenso otra vez a la censura. Ante el campo de Forges unos bandidos impiden que el fútbol sea un juego. Descuelgan una obra en Arco y nadie se declara culpable de la estupidez. Los guardias detienen al humorista Joaquín Reyes, lo confunden con un fugitivo. Decía el cubano Severo Sarduy si se hallaba incómodo: “Siento una atmósfera sangrienta a mi alrededor”. Y hoy es 23F.