Merkel cede el paso
La canciller reafirma su autoridad al frente de la nueva Gran Coalición, pero invita a la nueva generación democristiana a tomar el relevo. Una transición que puede no ser beneficiosa para la Unión Europea
Chancellor Angela Merkel receives Valentine's Day flowers from the Central Gardening Association at the Chancellery in Berlin, Germany / AXEL SCHMIDT (Reuters)
Madrid
"Alemania pierde el gusto por la cerveza". El titular del semanario Handelsblat refleja el descenso en el consumo de cerveza pero también que los alemanes prefieren la sin alcohol o la artesanal. Pequeños cambios que van conformando una evolución a medio y largo plazo. Nuevas tendencias que se asocian a los nuevos alemanes que también han tomado la palabra en la política. La reedición de la Gran Coalición ha puesto en armas a las juventudes socialistas, pero también a las democristianas. Angela Merkel ha lanzado dos mensajes en la televisión pública: las concesiones dolorosas al SPD son inevitables porque, de lo contrario, habría elecciones anticipadas y los jóvenes deben ir pensando en tomar el relevo, su relevo.
Una manera de decir a los alemanes, sigo cuatro años pero esta legislatura será de transición porque no debemos dejar que la falta de alternativas dentro de los partidos tradicionales siga alimentando la bicha de la extrema derecha. Esta transitoriedad, sin embargo, puede acabar perjudicando a Europa con el europeista Schulz fuera de juego. Veremos si Macron, que ha perdido su primera batalla en el Parlamento Europeo al ser derrotada su propuesta de listas trasnacionales, puede tirar del carro frente al creciente inmovilismo conservador del Este.
