Morir por defender los derechos humanos

Madrid

En un mes se cumplirán dos años del asesinato de la ecologista hondureña Berta Cáceres. El 3 de marzo de 2016 la activista apareció muerta en su casa de La Esperanza, al oeste de Tegucigalpa (Honduras), hacía tiempo que sabía que irían a por ella. Lamentablemente, casos como el de Berta Cáceres son habituales en toda Latinoamérica. No solo se asesina a ecologistas, también a defensores de derechos humanos. Más de tres cuartas partes de los asesinatos de defensores de derechos humanos cometidos en 2016 tuvieron lugar en ese continente, para hacernos una idea, la cifra supera los 280. Amnistía Internacional lo viene denunciando: al menos 280 personas que trabajaban para promover y defender los derechos humanos fueron asesinadas en 2016 frente a las 156 del año anterior. Asesinatos que, en su mayoría, quedan impunes.

Nos acompañan Nacho Montanos, responsable del área de defensores de derechos humanos en Amnistía Internacional España y Alberto Franco, secretario ejecutivo de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz. No falta a la cita, Ramón Lobo.