"El nombre de mi hijo es en honor a la enfermera que hace 20 años me dijo: el trasplante de tu marido ha salido bien"

Madrid

"Ese fin de semana había quedado con mis amigas y Juan aprovechó para hacer lo mismo, se fue acompañado de su hermano a Valencia. En el mismo primer año de noviazgo había empezado a fallar el riñón donado y estaba de nuevo en lista de espera para un nuevo trasplante", relata Desiree. Era 1998. "Ese fin de semana llevaba en diálisis 5 meses y en ningún momento creímos que pronto nuestra vida cambiaría, una vida truncada le daría vida y luz a la nuestra", prosigue.

Pero su marido Juan recibió la inesperada llamada del trasplante. Desiree se plantó en Barcelona repleta de nervios, y ya en el hospital, una enfermera se le acercó y le dijo en catalán "¿Quieres ver a tu pareja, Joan? Ella me pidió que la acompañará y junto a mis suegros y cuñado la seguimos. Salimos del edificio y caminamos junto a la pared pisando el césped que rodea el edificio, se detuvo delante de un gran ventanal y golpeó el cristal, las cortinas se corrieron y delante de nosotros apareció Juan, sentado sobre una silla", relata. "Fue en ese momento cuando supe que todo iba a salir bien, que nuestra vida había cambiado". Como homenaje a esa enfermera el hijo de Desiree y de Juan se llama Joan. Y este Diario es un homenaje a ella, "a todos los médicos, a los que investigan y a todas las familias que en su peor momento, la muerte de un familiar, devuelven vida. Devuelven un hijo a su padre, devuelven un marido a su mujer, devuelven un padre a su hijo".