Charla táctica con los ultras
Las directivas de muchos clubes priorizan el ruido que generan ciertos grupos y la amenaza que suponen si no se transite con sus exigencias a lo que puede representar esa afición de cara al exterior
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Cadena SER
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Madrid
Cuando un equipo tiene malos resultados pasa por tres fases: la primera es una charla con el entrenador, en la segunda entra a hablar el presidente y en la tercera la charla la dan los ultras. Como ves, cada fase es peor que la anterior, pero la última explica como ninguna el poder y la influencia que mantienen los radicales en el fútbol. Conseguido no porque se presenten en los entrenamientos con una táctica revolucionaria, sino por la fuerza. Como si los jugadores del Sevilla, al reunirse con ellos, asumiesen que tienen algo importante que escuchar de su parte.
Estas cosas ocurren porque las directivas de muchos clubes priorizan el ruido que generan ciertos grupos y la amenaza que suponen si no se transite con sus exigencias a lo que puede representar esa afición de cara al exterior. Pasa también fuera del fútbol: lo censurable siempre lo es menos si compartimos ideas, territorio o lo que sea. La afición a un club de fútbol une aún más y por ella se pasan por alto cosas que no se le pasa a nadie en otras circunstancias que no sean el fútbol. Como todo lo que no encuentra conexión con la razón, como todo lo que es pasional, es peligroso.
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Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...