Impresionante manipulación

El hecho de que una institución internacional como el Banco Mundial manipulara sus indicadores para perjudicar a un país concreto, Chile, mejor dicho al gobierno socialista de ese país, es una noticia pésima, no solo por el daño que causó a Chile y al gobierno de Michelle Bachelet, sino también por el desprestigio que acarrea a esa institución. Los datos fueron hechos públicos por el economista jefe del Banco, Paul Romer, en unas declaraciones al periódico del mundo de los negocios por excelencia, el Wall Street Journal. Según Romer, se hicieron cambios en la metodología del llamado Índice de Competitividad en Negocios, que elabora el BM, de manera que puntuaran peor intencionadamente al gobierno de Bachelet durante los últimos cuatro años.

Michelle Bachelet, que dejará de ser presidenta en marzo y que será relevada, precisamente, por Sebastián Piñera, un político conservador que ha obtenido un segundo mandato insistiendo en su mejor manejo del mundo empresarial, pidió inmediatamente que se abra una investigación formal para identificar a los responsables de la manipulación. Se hiciera como se hiciera, lo más evidente ahora es el daño que experimentan todos los índices que elabora el Banco Mundial e incluso los que hacen otras instituciones internacionales. El ranking de Competitividad en Negocios se utiliza fundamentalmente para atraer inversiones, tanto nacionales como extranjeras, y suele ser una de las principales referencias que emplean las grandes empresas para evaluar nuevos negocios. Según Romer, los cambios de metodología que se hicieron durante el mandato de Bachelet estuvieron “probablemente” contaminados por motivaciones políticas. Impresionante.