El independentismo busca el norte

Madrid

El independentismo busca el norte con una brújula que parece averiada. Carles Puigdemont cree que el norte está en Bruselas, cree que el norte es él, y que desde la capital belga puede ejercer la presidencia de la Generalitat. Como el director de la DGT intentó solucionar el colapso por la nevada desde su casa de Sevilla. O eso ejercer desde Cataluña sin tener que responder ante la justicia. Un auténtico despropósito que solo lleva al bloqueo y a la repetición de nuevas elecciones.

El norte para Artur Mas, estaba hasta hoy en intentar recuperar la cordura, la que el mismo perdió el día que decidió hacerse independentista. Una idea que todos sus años en la política jamás había valorado, pero en un momento de debilidad, rodeado de corrupción y de recortes pensó que era una buena opción para despistar. Ahora, algunos procesos judiciales después y algunos embargos de sus bienes después, cree que la mejor opción es el desbloqueo, ser capaces de formar un gobierno estable que garantice la legislatura, y desde aquí seguir trabajando por la independencia.

Dos estrategias antagónicas que acaban, de nuevo, con un paso al lado de Artur Mas. Sacrificado primero, a petición de la CUP, sacrificado ahora por la actual situación. Argumenta Mas que uno de los motivos de su dimisión es el calendario judicial al que se enfrenta y que le resta margen de maniobra. Un argumento que no parece afectar a Puigdemont que sigue su vía unilateral.

Dos estrategias diferentes, dos decisiones diferentes. Y la pregunta: cómo queda Convergencia, porque tras sus cambios de nombres ha unido su destino al de Carles Puigdemont. Intentó hacernos olvidar la corrupción con un cambio de siglas y con su carrera hacia la independencia y ahora, ¿Dónde está? ¿Quién es?