Nadie pone hilo a la aguja

Madrid

Día de la Constitución en el año en el que más se habla de la reforma de la Constitución. En plena crisis de Catalunya y a las puertas de unas elecciones cuyos resultados pueden complicar todavía más la solución.

Pues en este contexto la revisión de la Constitución se presenta como una quimera. Primero por la falta de voluntad del partido mayoritario y luego por la falta de entendimiento del resto, que parece que antepongan sus intereses propios al interés de todos nosotros.

La Constitución presenta una fatiga de materiales. Y no lo digo yo, lo dicen la decena de expertos que hace unos días pusieron sobre la mesa el único proyecto de reforma, escrito negro sobre blanco, que conocemos, porque de los proyectos de los partidos solo oímos hablar de lo que hay que tocar o lo que no pero nadie le pone hilo a la aguja.

Están todos demasiado preocupados en los efectos electorales de sus decisiones y Catalunya sólo ha conseguido estrecharles el traje un poco más. El problema es que la revisión de la Constitución no debería circunscribirse sólo al tema territorial, sin duda importante, y del que se deriva algo tan importante como la financiación autonómica, y de ella cuestiones básicas como la Sanidad, la Educación o los Servicios Sociales.

Es evidente que somos diferentes a como éramos hace 39 años, que este país es diferente. Y la Constitución debería reflejar este cambio, pero para ello son necesarios políticos capaces. Y parece que andamos escasos.

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