El desconocido mundo del café gourmet

Muchos tomamos café, pero no todos los que lo hacemos sabemos apreciar un buen café. Gracias a nuestros invitados de hoy, los baristas Pablo Caballero y Nolo Botana, hemos aprendido que hay todo un mundo detrás de la taza de café que agarramos fuerte cada mañana. Ellos se dedican al café de tercera generación o "café avanzado".

Y es que igual que hacemos con el vino o la cerveza, con el café también podemos buscar matices, comparar sabores y elegir el que más se ajuste a nuestro paladar. Hay dos variedades fundamentales: el robusta y el arábica. El primero, originario de África central, tiene mucho cuerpo, es más amargo y menos digestivo. Es al que estamos acostumbrados en España, y el que nos ha hecho creer erróneamente que el café, por definición, tiene siempre esa amargura y ese sabor fuerte que no gusta a todo el mundo. El arábica es más suave, dulce y aromático, y más especial. Es el que ofrecen en Hola Coffee, según nos han contado Pablo y Nolo, y el que permite que uno se pueda tomar tranquilamente cinco o seis tazas al día. ¿Por qué? Porque tiene mucha menos cafeína. Nada que ver con el subidón al que nos tiene acostumbrados el café robusta que suelen servirnos habitualmente en las cafeterías o que compramos en el supermercado.

¿Qué nos asegura entonces que un café sea de calidad? Pues si podemos elegir, debemos siempre optar por cafés naturales, arábicas y, si podemos molerlo en casa antes de tomarlo, mejor que mejor. La leche, que sea fresca. No podemos olvidarnos del agua: mejor que sea mineral. Y los que quieran convertirse en expertos cafeteros, que olviden eso de dejarlo en la nevera de un día para otro. Y es que el café no sólo es un despertador, es una bebida con identidad propia.

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