Incierto resultado y alianzas imposibles

En poco más de una hora conoceremos la decisión del juez Pablo Llarena sobre la continuidad en prisión o la libertad –con las medidas cautelares que determine- de Oriol Junqueras, los exconsellers y 'los Jordis'. La Fiscalía, como saben, ha pedido mantener a todos en sus celdas. También a las nueve de la mañana comenzará la comparecencia en Bruselas del turista Carles Puigdemont y sus cuatro consejeros de compañía, ante el juez que estudia la euroorden española.

En libertad o en prisión, todos van a ser parte activa de esas elecciones del 21 de diciembre que ya nos llaman a la puerta. Resultado incierto, dicen todos los sondeos de opinión, y alianzas poselectorales imposibles, dicen todos los comentaristas políticos. Sabe Cataluña –y España entera- que ya nada será igual que antes del malhadado proceso, que mal empezó, peor continuó y acabó en la tragicomedia que todos conocemos.

Es inútil labor decir eso, que nada arregla ni ofrece salida alguna. Poco se puede adelantar aún, ni siquiera ha comenzado de manera oficial la campaña, pero se eriza el vello de la nuca ante unos resultados, casi seguro, dicen los demoscópicos, que conformarán dos grupos excluyentes, independentistas y constitucionalistas, con muy poca diferencia de votos y escaños entre ellos. ¿Qué podemos hacer, hoy, ahora, para evitar ese mapa atroz del 22-D con dos bandos enfrentados a cara de perro?