¿Si te manifiestas no reclames?

Madrid

El Ministerio del Interior no indemnizará a un joven que perdió el 90% de la visión por el impacto de una pelota de goma durante las Marchas de la Dignidad de Madrid en 2014. El ministerio argumenta que los tribunales dieron carpetazo a la vía penal por no poder identificar a los autores del disparo y hace una apreciación inquietante cuando afirma que, en todo caso, el joven asumió ese riesgo al estar de forma voluntaria en el lugar donde se produjeron los disturbios más graves.

Es una lógica torticera. Podría contraargumentarse que el joven no fue uno de los 13 detenidos por provocar esos disturbios, es decir, que pudo verse “involuntariamente” envuelto en unos enfrentamientos producidos en el lugar en el que estaba “voluntariamente” ejerciendo el derecho constitucional de manifestación. Y sorprende además que una misma y dramática consecuencia tenga respuestas distintas según donde se produzca. Ester Quintana quedó tuerta por un pelotazo de los Mossos de Esquadra en la huelga general de 2012. La justicia tampoco encontró culpables entonces, pero la Generalitat indemnizó a la víctima con 200.000 euros porque era evidente que la pelota no llovió del cielo.