¿Llegarán a jugar con esa camiseta?

Madrid

Hace unos días conocimos la camiseta de la selección española de fútbol para el próximo Mundial. Se podía haber armado revuelo por el desorbitante precio de la prenda, pero no. Se armó la de Dios porque donde Adidas ve “azul petróleo” otros han visto morado y se han felicitado o se han escandalizado, que la cosa va por barrios, con la combinación republicana de colores. El ridículo debate se animó en las redes, pero atravesó líneas cuando el presidente interino de la FEF dijo que “al gobierno lo le hacía gracia ni el lío ni la camiseta”, y cuando el ministro portavoz Méndez de Vigo afirmó que la selección “había tenido camisetas más bonitas en el pasado”.

La cosa es que hoy era el día de la presentación oficial y al acto se le ha dado un tratamiento discreto, para no llamar mucho la atención. Y se ha conseguido justo el efecto contrario, como cualquier becario en materia de comunicación podría haber previsto: en vez de amainar la tormenta se ha disparado. En fin, esperemos que frenen las interpretaciones cromáticas y que nadie insinúe que nuestro histórico rojo es un guiño al centenario de la Revolución Rusa. Porque veo a los nuestros jugando de negro para que nadie les saque los colores.