¿Que te toquen el culo en el metro es abuso sexual?
El editorial de Celia Blanco en 'Contigo Dentro'
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Getty Images
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Madrid
La agresión sexual es una acción realizada con violencia o intimidación sin el consentimiento de la persona que la sufre. La pena de prisión es de 1 a 5 años. Para que una agresión sexual sea considerada violación tiene que haber penetración en vagina, boca o ano. Que te obliguen a chuparla. Que te abran de piernas y te penetren o que te introduzcan cualquier objeto por cualquiera de tus huecos. La responsabilidad penal puede alcanzar hasta los 15 años de cárcel, dependiendo de la violencia, parentesco y brutalidad de los actos perpetrados.
Hablamos de abuso sexual cuando se atenta contra la libertad sexual sin que haya violencia ni intimidación, pero también sin el consentimiento de la persona que lo sufre. Sería abuso sexual, por ejemplo, cuando te siguen por la calle diciéndote que qué bonito culo tienes, que qué bueno sería tocarlo. Si te tocan el culo en el metro, también es abuso sexual. La responsabilidad penal establecida para estos casos es la pena de prisión de 1 a 3 años o multa de 18 a 24 meses.
Las consecuencias de cualquier agresión, violación o abuso sexual suelen quedarse para toda la vida en un rincón de la memoria. Horadando, destrozando y haciendo daño a la víctima que lo sufre. Lo digo por todos aquellos que saben, que conocen, que imaginan por sus actos y comentarios, quiénes de su círculo pueden estar abusando, agrediendo o violando sexualmente a otras personas, pero callan.
Quizás si todos nos implicáramos a favor de la libertad sexual de cada uno de nosotros y de los que nos rodean, podríamos frenar los números de la vergüenza: En España, según datos del Ministerio del Interior, una mujer presenta denuncia por violación cada 8 horas. 3 al día. Lo cual no quiere decir que sean las únicas; solo son las más valientes. Piénsenlo la próxima vez que uno de sus amigotes suelte bazofia por su boca a una pobre mujer que ni lo busca ni lo quiere. Recuérdenlo cuando escuchen a una mujer en el Metro pedir clemencia.
Todos somos responsables de lo que ocurre en nuestra sociedad; formamos parte de ella. Hagamos entre todos que podamos sentirnos orgullosos de quien somos. Mirar hacia otro lado solo nos convierte en igual de miserables que los que agreden, violan y abusan.
Es cuestión de implicación y de responsabilidad. No podemos ni debemos quedarnos al margen de lo que ocurre a nuestro lado.