Dicen que todo esto no es sexo
¿Hasta qué punto puede ser importante todo lo que acontece antes del coito? Para la Tana, hasta un susurro es sexo.

Getty Images

Madrid
Dicen que todo esto que hacemos no se puede considerar sexo. Dicen que cuando acaricias mis muslos, ronroneándome, solo estamos preparándome para lo que pueda llegar después. Dicen que tienes que ponerme lo suficientemente cachonda como para que a mí me apetezca que me la metas. Dicen que cuando me pones de espaldas para morderme el cuello mientras me metes mano y te restriegas contra mi culo solo estamos con los preliminares de lo que vendrá después.
A mí me suele gustar todo lo que me haces incluso sin tocarme. Me excita cruzarme contigo en el pasillo y que me enganches de la cintura para decirme que te gusta a lo que huelo. Entramos en materia cada vez que siento tus dedos recorriéndome la espalda, bajándome la cremallera del vestido, no pudiendo esperar a que esté desnuda para que tus dedos se cuelen por mis huecos, para que tus manos me abarquen, para que tu boca me coma, para que tu lengua me lama.
Dicen que todo esto no cuenta a menos que me la metas.
Para nosotros el más mínimo roce forma parte del mismo momento, del mismo placer, del mismo delirio. Mientras ellos dicen, tú y yo hacemos que el sexo no se limite únicamente a lo que ellos quieren; se nos queda pequeño...
Dicen, dicen dicen... Tú sigue haciéndome y dejándote hacer y déjalos ¡que digan! Lo mismo ellos se conforman con menos.