¿Y si ellos no quieren sexo?
La falta de deseo masculina es un problema más frecuente de lo que pensamos
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Getty Images
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Madrid
Que no quieran. Algo tan sencillo como que no quieran. Que esgriman los mismos argumentos que utilizas tú cuando no puedes con tu alma, cuando decides no saldar las cuentas pendientes en la cama, cuando apuestas por que lo mejor que te puede pasar es que desaparezca el que se erige en amante perfecto y no tengas más que justificar.
Los hombres dejaron de erigirse en machitos. Dejaron de tener que ser los que me lo hicieran todo. Empezaron a tener problemas, a pensar con la cabeza en vez de pensar con la polla. Quisiera creer que podremos solucionar este jaleo sentándonos a hablar del tema. Aprendiendo un poco más el uno del otro, tratando de solucionar esta falta de deseo que nos deja helados noche tras noche. Arriconaremos todas las drogas con las que dejamos que se nos fuera la cabeza. Evitaremos los excesos de alcohol que nos desplomen sin ni siquiera rozarnos. Aprenderemos de nuevo a desearnos para, con suerte, seguir queriéndonos.
No queda otra que reconocer que sin sexo no sabemos vivir. Pero más gratificante sería escuchar que sin todo lo que el sexo conlleva no queremos seguir. Prometo quererte el resto de mis días siempre y cuando todos y cada uno de los que pase contigo me hagas creer que me deseas a tu lado.