Yogures que acaban siendo perchas
El reciclaje vuelve a ser protagonista en SER Consumidor. En el último programa conocemos el trabajo de ACTECO, una empresa encargada de reciclar plásticos de yogures y objetos cotidianos para darles una segunda vida
(GETTY IMAGES)
Barcelona
¿Hay vida más allá de la última cucharada que empleamos para rebañar el yogur que se nos ha quedado en el fondo? Por supuesto, y no sólo que hay vida –en singular-, sino que hay muchas vidas más. El plástico es un material con alto valor reciclable, y pese a la pérdida de propiedades que sufre tras la transformación para un nuevo uso, todavía puede acaparar más utilidades.
Yogures que acaban siendo perchas
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En ACTECO, una empresa especializada en reciclaje de Ibi (Alicante), lo saben muy bien. Envases de yogures, tapones, fundas de bolígrafos… son su materia prima, que tras un tratamiento especializado, consiguen que sus clientes le puedan dar una segunda vida. “Tenemos un cliente que ha conseguido hacer con plástico los lapiceros clásicos HB2 de las escuelas”, contó Ángel Martínez, director de reciclaje e I+D de la empresa alicantina, en el último SER Consumidor.
La labor de esta empresa es toda una referencia en materia de reciclaje. “A nosotros puede venirnos un cliente que, por ejemplo, pretenda hacer sillas de plástico reciclado y nos encargue la materia prima. Entonces nosotros buscamos cuál es el material que más se ajusta a su petición y lo reciclamos”, explicó Ángel Martínez. Incluso tienen un cliente de una marca textil muy prestigiosa a la que hacen el material procedente de los yogures que termina siendo la base de sus perchas.
Para él, el propósito a seguir es claro: “a los productos se les puede dar una segunda, una tercera e, incluso, una séptima vida… ¡Hay que reciclar más!”.
