Otras cosas que pasan mientras hablamos de Cataluña

Madrid

Como corremos el riesgo de que mientras hablamos de Cataluña se nos pasen por alto otras cosas que merecen nuestra atención y que, en circunstancias normales, estarían abriendo los informativos, hoy quiero dedicar este primer minuto a recordarles dos de ellas.

En Alemania, la extrema derecha ha conseguido entrar en el parlamento. Y no se trata de una ocupación, se trata de una entrada conseguida en las urnas con unos resultados que les dan cerca de 90 años en el parlamento alemán. Nunca, desde la Segunda Guerra Mundial, un partido de ultraderecha había tenido representación parlamentaria. La explicación: el pasado nazi hacía impensable hasta ahora un resultado como el que se ha dado en estas elecciones. Pero, ya ven, la memoria es frágil y los discursos tóxicos muy rentables. Tanto, que a la ultraderecha alemana le ha dado alas su discurso sobre los refugiados, precisamente el que ha perjudicado a Ángela Merkel.

Y sobre los refugiados va la segunda información que no debería pasarnos por alto. Mañana se cumplen los dos años desde que la Unión Europea asignara las cuotas que debía escoger cada país. Todavía recuerdo qué mal sonaba esa palabra, cuotas, cuando estábamos hablando de personas. Al final, la palabra fue lo de menos. Lo peor ha sido el nulo compromiso de los gobiernos, entre ellos el de España. Aquí solo han llegado el 11% de las 17.000 personas que tenía que acoger.

Que no se nos pasen otras cosas que pasan mientras hablamos de Cataluña.