Homenaje a John Berger

Madrid

John Berger nunca dijo una banalidad, ni comiendo. Pensaba todo lo que decía, y lo pensaba físicamente casi, en silencio esperaba a que las ideas se juntaran en palabras y luego decía, con la lentitud precisa para que no fuera otra cosa la que se entendiera que aquella que estaba pensando. Eso lo convirtió no sólo en un pensador sino también en un poeta y en un pintor, alguien que se expresaba con la dificultad precisa como para hacer que cada palabra pesara sobre el aire y sobre la tierra. Un artista extraordinario al que hoy se le va a rendir un homenaje póstumo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Vayan.