Seny y rauxa

Días de seny y rauxa. De buen juicio y sentido común; y de rebeldía ilegal y rabiosa. Dos Cataluñas. Dos sistemas legales: uno real y vigente, otro ficticio e impugnado. Medio Parlament enfervorecido y con orejeras hurtando derechos al otro medio. Dos leyes fundamentales -pero que serán prescindibles- aprobadas en un procedimiento de todo a 100. Discurso y trágala: lo que va de Coscubiela a Forcadell. La farsa de la legitimidad que se impone a la legalidad. Junts pel sí sintiéndose exonerado de cumplir la ley porque fue elegido para guiar al pueblo a la independencia. Así que de urna a urna extirpando las leyes que hay en medio y que molestan como un forúnculo centralista que aprieta la CUP como el turco que apretaba a Camba para que exudara el cristianismo. Así que esperando a Delacroix. La Guardia civil registrando las oficinas de imprentas y semanarios. Días de citados, advertidos y exigidos de fianza por decenas. El aparato del Estado engrasado. PP, PSOE y CS a una. Podemos a lo suyo y Colau en la reserva táctica mirando a las municipales de 2019. El despacho catalán de la vicepresidenta en la penumbra y con las contraventanas entornadas. Periódicos soberanistas que no publicarán la publicidad sobre el referéndum porque saben qué ley rige y aún distinguen el sistema ficcionado del que sigue operando. El 1 de octubre contra el 9 de noviembre. Pla, Gaziel y Chaves Nogales. Días que se encienden y ya no se apagan. Tanto tiempo en la vía esperando a los trenes y los trenes llegaron dejando un estruendo preotoñal y mucha chatarra política. El Barcelona a 4 puntos del Madrid. Las ayudas a Bankia, el paro y la corrupción en la nevera. Una parte del Estado en rebeldía. Un bochorno. España vuelve a sobrecogerse. Y la política, tan ausente. 11 de septiembre. Feliz día día a todos los catalanes

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