Lo mejor y lo peor del Festival de Venecia
Analizamos las mejores y peores películas del certamen que hoy podrían ganar el León de Oro
Repasamos los estrenos de la semana, desde 'It' hasta 'El amante doble'
Buscamos los mejores payasos de cine

Los actores españoles y miembros del elenco Javier Bardem (d) y su esposa, Penélope Cruz (i), llegan al estreno de la película 'Loving Pablo' durante el 74 Festival Internacional de Cine de Venecia hoy, miércoles 6 de septiembre de 2017, en Venecia (Itali / Ettore Ferrari (EFE)

Venecia
¡Ecucha La Script Matinal!
La Script Matinal | Lo mejor y lo peor del Festival de Venecia
33:04
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
El Festival de Venecia llega a su fin. Después diez días de competición, el certamen más longevo del mundo que va por 74 ediciones, cierra marcando las tendencias para la temporada de premios y dejando a un lado la búsqueda de nuevas propuestas y nuevos directores, con una sección oficial correcta, pero con pocas sorpresas y emociones.
Desde hace años, de la sección oficial han salido ganadoras de los Oscar, como Gravity, Birdman o La La Land. Este año hay varias cintas que probablemente no ganen el León de Oro en este festival, pero sí estarán entre lo mejor del año, según la Academia de Hollywood. George Clooney con Suburbicón, retrato del racismo y el individualismo de la sociedad norteamericana, sin duda tendrá gran recorrido. Qué decir de Alexander Payne y su nueva comedia, Downsizing, siempre interesante, aunque esta vez la crítica no haya sido tan complaciente. Guillermo del Toro lo ha clavado con The shape of water, su historia de amor y fantasía, probablemente la cinta más política del certamen, por su apuesta por los otros -ya sean mujeres, chicas mudas, los negros o los homosexuales- y por el amor como única manera de librarnos del mal en este mundo. El italiano Paolo Virzí, se pasa al cine comercial con éxito en su incursión americana. The Leisure seeker funciona y emociona y sus protagonistas, Helen Mirren y Donald Sutherland, podrían llevarse premios interpretativos en Venecia.
El cine americano no ha arriesgado mucho, ni en el plano visual ni en los temas. Probablemente la victoria de Trump ha hecho que todo autor revise, a su manera, el racismo que impera en la sociedad estadounidense. No sólo Clooney, también del Toro, Martin McDonagh con Tres anuncios en las afueras de Ebbing, de y Darren Aronofksy con la provocadora Mother! La esperada película fue abucheada y aplaudida a partes iguales. Su propuesta es arriesgada, su final un despropósito. En cuanto al resto de cinematografías -europeas y asiáticas, y que lo latino ha brillado por su ausencia-, destaca la directora china con , una crítica voraz a la sociedad y la política de su país a través de la historia de dos niñas violadas. Es, Vivian Qu, con Angels Wear Whitedesgraciadamente, la única mujer directora en competición y, aunque apueste por una narración plana, su denuncia es tan potente, que podría alzarse con el premio.
Lo mismo ocurre con Foxtrot, la cinta del israelí, un drama que entra en la psicología de una familia de clase alta cuyo joven hijo muere durante el servicio militar. El musical italiano sobre la mafia napolitana, Amore e malavita, ha sido otra de las alegrías del certamen. Excesiva, barroca, hortera y artificial, pero tremendamente divertida. Teniendo en cuenta que juega en casa, los hermanos Maleti podrían situarse en algún lugar del palmarés. La última sorpresa ha sido Mektoub, lo nuevo del director franco tunecino Abdellatif Kechiche, ganador de la Palma de Oro en Cannes con La Vida de Adèle. La que es la primera parte de una trilogía autobiográfica ha recibido aplausos por su apuesta visual, el bello juego de luces, la naturalidad de sus actores y un guion que, desde una historia mínima, propone un modelo de convivencia para la Francia y la Europa de hoy. Unos jóvenes, de diferentes procedencias y culturas, pasan el verano de despertar sexual en un pueblo de la costa francesa. Su punto débil, el mismo que su anterior filme, la mirada patriarcal sobre el cuerpo de la mujer.
Con todo esto sobre la mesa, el jurado, presidido por la actriz americana Annette Bening, tendrá que decidir cómo repartir los premios y qué película será la mejor, al menos para ellos, de este festival, en el que, ni las mujeres, ni el relevo generacional siguen sin aparecer.