El cine nació también para reírse de los invencibles
El revés y el derecho con Juan Cruz/07-08-2017
00:53
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
Anoche, en el centenario del actor más duro, Robert Mitchum, TCM emitió una de las más extraordinarias películas de la historia, o al menos de la historia del cine del Oeste, El dorado. Ahí el genial actor malencarado aparece con John Wayne, el bueno de las películas. Lo mejor, aparte de los diálogos y de la ironía que desprende cada fotograma, sea brutal o despiadado, está al final, cuando ambos héroes, uno borracho y otro engreído, terminan la última refriega y pasean por el pueblo armados y cojos, como dos lisiados que habían sido llamados a ser héroes. Esa imagen vale más que mil palabras, y el cine nació también para reírse de los invencibles.