Por su patrimonio

Barcelona

Pocos acumularon tanto poder e influencia en la corte de Aznar como Blesa. Fueron los años del nihilismo en que parecía que todo era posible, que no había límites y que a algunas personas todo les estaba permitido. La muerte violenta de Blesa es una oportunidad para reflexionar sobre lo que ocurre cuando la feria de las vanidades hace que se pierda el sentido de la realidad. Y se teje un manto de sordidez y de ambiciones que nutre hoy el carrusel judicial de la corrupción por el que desfilan tantos todopoderosos de entonces.

El Tribunal de Cuentas, con la firma de Margarita Mariscal de Gante, que fue ministra de Justicia con Aznar, abre el procedimiento para que Artur Mas, Irene Rigau y Joana Ortega paguen los cinco millones de euros que costó el 9-N. Veremos en qué acaba la jugada. Pero es evidente que el gobierno del PP cree haber encontrado la vía para hacer mella en los dirigentes soberanistas: ir a por su patrimonio. Las recientes deserciones del gobierno catalán y los movimientos de algunos políticos para poner a buen recaudo sus dineros lo confirman. Mas, Rigau y Ortega son los escogidos para asustar al personal. Poco a poco el gobierno va apretando las tuercas, haciendo caso omiso a quienes le piden que haga política. El Financial Times lanza hoy otra advertencia a Rajoy: busque salida “a un lío en el que tiene gran responsabilidad” y no utilice “a los jueces como escudo de un problema político”. Y es que hay actitudes que la razón liberal no entiende.

Ayer TV3 emitió el documental de Público sobre las cloacas del ministerio del Interior, que ninguna cadena de alcance había querido programar hasta ahora. Al terminar el programa los mensajes de amigos y conocidos repetían una misma pregunta: ¿qué espera la fiscalía para actuar? En tiempos en que la vida pública está tan judicializada, hay sectores, como Interior, que tienen bula.

Cae Villar por fin y para muchos medios de comunicación la principal preocupación es que no se retrase el sorteo del calendario de Liga. ¿Cómo puede ser que un gobierno tras otro haya permitido la impunidad de este señor y su entorno? Por mucho que diga Méndez Vigo el fútbol no es igual que los demás ante la ley. Y lo grave es que a muchos no les parece mal.