El abrupto final de un sueño italiano
En 'Matinal SER' recordamos la figura del diseñador Gianni Versace, asesinado a las puertas de su casa hace 20 años
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Gianni Versace (1946-1997)
Madrid
Lejos de las cámaras, las luces y las pasarelas, la rutina de Gianni Versace a sus 50 años era bien sencilla. Según la crónica social de la época, salía a primera hora a darse una saludable caminata. La mañana de su asesinato se había acercado, además, a un local cercano a su mansión en Miami Beach llamado News Café. Allí desayunó y compró un par de revistas. Las llevaba encima en el momento del crimen: eran el último número del semanario People y del mensual Vogue.
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AqUEL VERANO DEL 97
JOAN SOLÉS | Roma Gianni Versace encarnó el sueño italiano: de la miseria de la posguerra mundial al éxito del estilo italiano importado al mundo en los años 80. Así entró en la Historia de la Moda, desfiló por la alfombra roja de los Oscar y creó escuela. Su asesinato hace 20 años también encarnó el final de una época, de un Italia que perdía vigor, incapaz de reinventarse. De una Italia que sustituía el sueño de superación de Versace por la fascinación por el lujo, la riqueza y la lascivia, fáciles, rápidas y sin mayor esfuerzo, que representaron personajes -entonces en ascenso- como Silvio Berlusconi, Flavio Briatore o Vittorio Emanuele, heredero de los Saboya. Aún así, 20 años después Italia no olvida a Gianni Versace ni que Elton John cantó en su funeral en el Duomo de Milán. El cantante ocupó asiento al lado de una amiga común, Diana de Gales, y volvió a cantar sólo seis semanas después -así es la vida- en el de la princesa fallecida en accidente en París aquel verano del 97.
FUE | 20 años del asesinato de Versace
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Versace recibió dos tiros a quemarropa a las puertas de su mansión, Casa Casuarina, nada más meter la llave en la cerradura de la entrada principal. Murió al instante. Su cadáver fue descubierto por su pareja Antonio D'amic y dos empleados de la mansión. El asesino, Andrew Cunanan. En en transcurso de la investigación, las autoridades descubrieron que ambos se conocían: habían coincidido en un club gay de San Francisco llamado Colossus. Con todo, la relación que ambos pudieran haber tenido nunca pudo ser confirmada.
Cunanan se había convertido en un asesino en serie. Ese mismo año había cometido otros tres crímenes en Minneapolis y Chicago. Cuando tiroteó a Versace, Cunanan estaba en la lista de los 10 fugitivos más buscados por el FBI. De las historias rocambolescas que dejó su búsqueda, destaca la historia de Andrés Burguera, hijo de Andrés Pajares, detenido durante unas horas por la policía local de Nueva York porque su presunto parecido físico con el asesino.
La huida de Cunanan se prolongó durante ocho días. Según la policía, acabó suicidándose el 23 de julio con la misma pistola con la que mató a Versace. El asesino se llevó el móvil del crimen a la tumba.
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Penélope Cruz como Donatella Versace / Penélope Cruz como Donatella Versace
EL ASESINATO DE VERSACE, EN LA T2 DE 'AMERICAN CRIME STORY'
JOSÉ MANUEL ROMERO | La Script La ingente producción de series obliga a mirar al pasado en busca de historias, revisitar casos con el enfoque que da el paso del tiempo. Ryan Murphy, uno de los creadores más rompedores de la televisión americana, sorprendió el año pasado con El pueblo contra OJ Simpson, la primera miniserie de su saga por los sucesos que conmocionaron a América. A principios de 2018 estrenará la segunda entrega: El asesinato de Gianni Versace. "Esta historia tiene de todo, sexo, política, historia, violencia, belleza, deseo, moda. Es una historia perfecta" dice Edgar Ramírez, el actor venezolano que interpreta al famoso diseñador en un reparto con mucho acento latino, con Ricky Martin y Penélope Cruz como Donatella Versace: "Trata sobre lo que pasó antes y lo que pasó después, es una historia fascinante", ha afirmado la actriz española de una ficción de la que aún se sabe poco. Algunas fotos promocionales, el rodaje en la casa real del modisto y mucha expectación por este relato que, conociendo a su creador, mirará al pasado para radiografiar el presente.
