Sueños árticos
Esta vez es la película la que se mete en nuestras vidas; la mejor prueba es el repertorio que hemos tenido que usar para tratar de explicar a los oyentes, a los lectores, el tamaño del iceberg

Manuel Jabois | Sueños árticos
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Recomiendo un libro recién publicado: Sueños árticos, Barry López (Capitán Swing). Es la exploración de un mundo gigantesco, la disección de un planeta dentro de otro; un mundo en el que la noción de día y noche es marciana para nosotros, y en el que buena parte de la tierra no está a la vista, más o menos como nuestras vidas. Un iceberg a la deriva es todo cuanto la Tierra se va a parecer a La rosa púrpura del Cairo, aquella película de Woody Allen en la que el espectador podía meterse dentro. Esta vez es la película la que se mete en nuestras vidas; la mejor prueba es el repertorio que hemos tenido que usar para tratar de explicar a los oyentes, a los lectores, el tamaño del iceberg. Hemos usado toda las unidades universales de medida, desde países hasta campos de fútbol; hemos repasado como nunca la España regional. Ha sido como cuando sales del cine y quieres expresar bien la dimensión de una desgracia. Y aún así sigue pareciendo peor que una ficción: parece una metáfora. En lugar de la balsa de piedra de Saramago, la balsa de hielo. Fijando en el imaginario colectivo la idea de que ya no faltan icebergs, sino que empiezan a sobrar Titanics.

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...