El submarino de Monturiol, un casco para los pescadores de coral
El 28 de junio de 1859 se probó en el Mar Mediterráneo un aparejo del que no suele hablarse en los libros de historia
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Réplica del submarino de Monturiol / Museo Marítimo de Barcelona
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Madrid
El 28 de junio de 1859 un ingeniero catalán, Narcís Monturiol, impulsó el primer submarino que navegó exitosamente. Quiso diseñar, tras haber observado el duro trabajo de los pescadores de coral, un artilugio que pudiese servirles para facilitar sus inmersiones. Lo consiguió, y sin darse cuenta armó un doble casco de metal y madera que funcionaba mejor de lo que podríamos pensar. Consciente de que la dinámica del objeto podría ser útil a gran escala para desarrollar un submarino de verdad, lo presentó a las autoridades oficiales que, aquel año 1859 como si fuese 2017, le dieron una palmadita en la espalda e hicieron caso omiso de un invento que podría haber cambiado el transcurso de la historia.
El submarino de Monturiol, un casco para los pescadores de coral que podría haber sido mucho más
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