Los presos de ETA, cerca de Euskadi
Han pasado 6 años desde que ETA anunció que dejaba de matar y esta primavera se ha desarmado. Los terroristas se saben derrotados desde hace mucho más tiempo y España no puede estar en bucle eterno sin cerrar capítulos de nuestra historia
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Pepa Bueno: 'Los presos de ETA, cerca de Euskadi'
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Por primera vez, el gobierno del PP se plantea acercar los presos de ETA a Euskadi, a cárceles situadas en una radio de 250 kilómetros del País Vasco. Según la información a la que ha tenido acceso la SER, Partido Popular y PNV han acercado posturas al más alto nivel para trasladar de forma automática a los etarras encarcelados por toda España a diez prisiones que no superen esa distancia, 250 kilómetros de Euskadi.
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Tanto populares como nacionalistas desvinculan este plan del apoyo del PNV a los presupuestos generales del estado que se debaten a partir de mañana en el congreso y lo plantean como una consecuencia del desarme de ETA.
No hay fecha todavía para empezar a mover a los presos a esos diez presidios, entre los que están los de Zaragoza, Burgos, Soria, Asturias o León. Pero los primeros traslados podrían producirse en un período de tiempo inferior a un año. Se acabaría así con la política de dispersión penitenciaria, ejecutada en los años más duros del terrorismo etarra, política que cumplió su papel, pero la realidad ha cambiado radicalmente.
Han pasado 6 años desde que ETA anunció que dejaba de matar, lleva siete años sin matar efectivamente y esta primavera se ha desarmado. Los terroristas se saben derrotados desde hace mucho más tiempo. Los presos están además ahora en pleno debate interno para acabar con la férrea disciplina que durante años les mantuvo cumpliendo dentro de las cárceles directrices que marcaba el entorno de la banda. Sólo si abandonan esa disciplina, reconocen la ley española y piden acogerse a los beneficios de forma individualizada, podrán entrar en el plan de acercamiento.
Si el acuerdo culmina, sería el primer movimiento, la primera acción política del gobierno del PP reconociendo el final de ETA y reconociendo la necesidad de empujar, también desde el ejecutivo central, para acabar con esta pesadilla que ha segado tantas vidas y nos ha condicionado durante cuatro décadas.
España no puede estar en bucle eterno sin acabar de cerrar capítulos de nuestra historia cuando claramente la historia los ha superado.