Contrato de responsabilidad 'Contigo Dentro'
La Tana tiene carácter. Tanto como para poner condiciones a la hora de tener pareja. Si alguien tiene previsto intentar tener algo con ella, más le vale que lea el contrato que le obligarán a firmar...
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Madrid
¿Quieres ser mi pareja? Bien. Tres cositas, solo tres:
Una, mientras estés conmigo, si una noche se te cruza la rubia de las tetas gordas, esa que está mucho más buena que yo, esa que tanto te gusta, esa que te hace ojitos, a esa… A esa lígatela, por favor. Echa el polvo que te pide el cuerpo; ponme los cuernos, sé infiel, haz lo que más te apetezca en ese momento, pero ¡por tu padre! no regreses a mis brazos con sentimiento de culpa y me la eches encima para que yo gestione tu mierda...
Dos, procura no hacer gala de tus conquistas al margen de esta historia nuestra. No la pasees por El Refra, no la lleves a La Venencia, no comas con ella en Casa Mariano como haces conmigo. No estoy preparada para que se quede con mi vida; si acaso, para que se pasee por ella. Ni se te ocurra follártela en los baños del Jazz Club, el infecto lugar en el que yo maleo. Es probable que sea una cuestión de tiempo y que, si seguimos mucho más, seamos capaces de follarnos juntos a la Rubia de las tetas gordas, sacándole partido a la complicidad que da la honestidad.
Tres, no te acuestes conmigo ni una sola noche con la esperanza de que a pollazos puedas resarcirme del dolor que me hayas provocado. No aprendí a solucionar mi vida en la cama. Y es más que probable que esté incapacitada. Déjame que purgue la herida, que escuche mi canción desesperada, que articule la solución que podamos dar y que no nos engañemos creyéndonos que lo que a ti y a mí nos une es lo bien que nos lo pasamos en la cama.
¿Quieres ser mi pareja? Firma el contrato de responsabilidad Contigo Dentro.
¿Adivinen quién soltó esta retahíla el día que aceptó al que se plantó en su vida? Yo ya he aprendido a no hacerme daño y a exigir cómo quiero que me descoloquen el paso. Por cierto, vamos camino de los trece años…
