Licenciadas en limpieza

Madrid

La discriminación se esconde en pequeños gestos y comportamientos que la hacen casi invisible, pero no por ello menos efectiva. La comunidad rumana en España se enfrenta a grandes dificultades en el terreno laboral: a pesar de tener título universitario, pocos inmigrantes logran dedicarse aquí a la profesión que estudiaron o ejercieron en Rumanía. El idioma es el primer obstáculo pero, una vez aprendida la lengua, surgen otros como conseguir un permiso de trabajo o convalidar la titulación universitaria cursada en su país de origen. Después, muchos continúan dándose de bruces con la barrera del racismo. Para ellas la sociedad reserva los puestos de limpieza doméstica; para ellos, los de la construcción.

Bru Rovira ha visitado esta semana la Asociación Salva, una agrupación de inmigrantes rumanos en Madrid que fomenta la integración de este colectivo y promueve la difusión de la cultura rumana mediante talleres de artesanía. Allí ha charlado con Irina, Elena y Lucía, tres mujeres con vidas y profesiones muy distintas a las que España les tenía preparado el mismo plan: dedicarse al servicio doméstico. En el estudio nos acompaña Manuel Paduraru, presidente del Instituto Hispano-rumano en Castellón.