¿Solo son maleducados?
La democracia tiene sus ritos y el primero es reconocer y felicitar al vencedor de unas elecciones. Esos ritos también se ofician ahora a través de las redes y en las últimas horas se han producido elocuentes silencios tras la victoria de Pedro Sánchez
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/4RJUP5LUTRMCHGLSMD4WJ6ALGQ.jpg?auth=37caadd543dcafa7aada64390fc6920017364d80cda968d764524ff1ee257b6c&quality=70&width=650&height=365&smart=true)
El socialista Pedro Sánchez celebra su victoria en las primarias del PSOE junto a sus afiliados simpatizantes. / SERGIO PEREZ (Reuters)
![El socialista Pedro Sánchez celebra su victoria en las primarias del PSOE junto a sus afiliados simpatizantes.](https://cadenaser.com/resizer/v2/4RJUP5LUTRMCHGLSMD4WJ6ALGQ.jpg?auth=37caadd543dcafa7aada64390fc6920017364d80cda968d764524ff1ee257b6c)
Madrid
La democracia tiene sus ritos y el primero es reconocer y felicitar al vencedor de unas elecciones. Esos ritos también se ofician ahora a través de las redes y en las últimas horas se han producido elocuentes silencios tras la victoria de Pedro Sánchez. Sirvan dos ejemplos. Uno, el de la derrotada Susana Díaz, cuyo perfil de Twitter lleva enmudecido desde ayer. Otro, el del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, que no ha tenido una palabra ni real ni virtual para el dirigente socialista. Ha dicho hoy Rajoy que ya le llamará y que si no lo ha hecho ya es para no molestarle. Y podría colar la explicación si a la misma hora en que se proclamaba la victoria de Sánchez no hubiera mandado un tuit de felicitación al Real Madrid, por la Liga.
La polémica de Isaías Lafuente (22/05/2017) - ¿Sólo son maleducados?
01:16
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Cada uno es dueño de sus palabras y de sus silencios. Y el resto lo somos de interpretarlos. Y en este caso concreto no sé muy bien si nos encontramos ante una prueba de pésima educación, o si es que daban por descontada la derrota de Sánchez y no han sabido reaccionar ante su triunfo, o si es que creen que este vencedor concreto no merece ni felicitación ni reconocimiento. Cualquiera de las tres es de nota.