Todos esos días a los que usted se refiere
A la espera de que el PSOE resuelva su batalla más incierta, el Gobierno se apoya en los nacionalistas vascos y canarios mientras deja crecer los escándalos en la fiscalía
Madrid
Se queja Mariano Rajoy de que los periodistas le quieran preguntar todos los días, igual que ya se quejó "del martilleo" de los medios con los casos de corrupción o del "lío" que conllevaba lo de gobernar España. El miércoles, al ver que los reporteros le pedían una respuesta en los pasillos del Congreso, el rechazo le salió del alma: "Es que es todos los días". En la lógica de Mariano Rajoy no hay motivo para tanta pregunta porque no ocurren cosas todos los días y, en realidad, todos los días son el mismo día.
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Todos los días se conocen novedades en la operación Lezo, significativamente las maniobras de los fiscales jefe frente a los fiscales que llevan la investigación. Pero cada nuevo titular forma parte, para el Gobierno, del mismo asunto, en el que no ve novedad, aunque lo último sea desmentir un supuesto intento de chantaje. Lezo ya es, como lo fue Bárcenas, el tema ese al que usted se refiere. Para el PP, el escenario no ha cambiado nada esta semana, a pesar del torrente de explicaciones que ha pedido la oposición y a pesar de que la semana próxima el Congreso debatirá la reprobación del ministro de Justicia, Rafael Catalá.
El Gobierno enmarca todas las comparecencias en la "mayor normalidad" y lo fía todo a que sus presupuestos prosperarán gracias a Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria. Dan por hecho el imprescindible apoyo de Nueva Canarias, cuyo único diputado, Pedro Quevedo, ha adquirido la notoriedad de saberse decisivo para toda la legislatura. Decantará las cuentas y, además, dirigirá la investigación parlamentaria sobre la supuesta financiación ilegal del PP. En ese acuerdo, PP y PSOE han resucitado el bipartidismo para marginar a Podemos y Ciudadanos. Quevedo es canario pero pasó muchos años en el País Vasco. La conexión vasco-canaria es clave para Rajoy, que se ha ido a apoyar en dos nacionalismos. Incluso en el PdCat para el decreto de la estiba.
Todos los días dice el fiscal general del Estado que se encuentra con filtraciones de procesos en curso, lo que le parece un escándalo según dijo en la comisión de Justicia. José Manuel Maza señaló a las noticias que se publican como el verdadero problema, en vez de al polvorín que tiene en su fiscalía, que fue por lo que le llamaron a comparecer los partidos de la oposición. Pero Maza les habló de otra realidad.
Y todos los días se habla de la guerra en el PSOE, que cuanto más se enfanga más difícil le va a poner al elegido eso de la costura y la unidad. Pedro Sánchez, que superó de largo la marca de Rajoy y llevaba desde septiembre sin dar una rueda de prensa, tuvo que claudicar y conceder una antes de que sus oponentes se lo restregaran en el debate de este lunes. Cada candidatura ha hecho su propia lectura de la encuesta del CIS, aunque llama la atención el entusiasmo de la gestora –"remontada", clamó Mario Jiménez– porque las décimas que le saca el PSOE a Podemos están por debajo del margen de error de la encuesta. Patxi López ha advertido de que el PSOE puede acabar como su socio francés y según se acerca la votación más se notan los nervios, señal de que ninguno tiene claro lo que va a pasar. Quizá el debate de mañana ayude a verlo más claro.