La foto fija del CIS

Madrid

La encuesta del CIS es siempre una foto fija, la instantánea de un momento concreto, que puede cambiar al día siguiente. El CIS se hizo antes de que estallara el caso Lezo, antes de que Podemos anunciara que iba a presentar una moción de censura contra Rajoy, antes de que supiéramos de los tejemanejes del fiscal anticorrupción, antes de que supiéramos que el número dos de Interior se reune con investigados, antes de que se presentaran los avales de los candidatos a las primarias del PSOE, antes de tantas cosas que al final uno se pregunta para qué sirven este tipo de encuestas.

La foto fija nos deja al PP instalado en su zona de confort, con una mínima caída a pesar de todos los pesares, y la izquierda peleando por la segunda posición. Lo que pone de manifiesto que sin entenderse va a ser difícil arrebatarle algun día el gobierno al Partido Popular.

Acabamos de vivir en Francia cómo la batalla a la ultradercha no se la ha planteado la izquierda, que ha desaparecido. A Marine Le Pen le ha ganado el liberalismo de Macron, que un día formó parte de un gobierno de izquierdas. Al fascismo le ganó uno que ni siquiera tiene partido. ¿Dónde estaba la izquierda? Muerta. Así con esta crudeza lo ha dicho quien encabezó un gobierno socialista que abandona un partido muerto para apuntarse a un experimento vivo, el de Macron.

Aquí en España, el día 21 hay primarias del PSOE. Igualdad en la recogida de avales y mucha, mucha crispación entre las candidaturas. Podrían mirar con ojo el CIS y no ilusionarse con ese segundo puesto, sino preocuparse por quién sigue ocupando el primero. Y con el otro ojo mirar a Francia donde el Partido Socialista está muerto. En sus manos está evitar la defunción del socialismo español y esto no se va a conseguir por la senda del enfrentamiento y del rencor. Que nadie se entusiasme con el resultado del CIS, es simplemente la foto de un momento concreto.