Sacar partido de la fragilidad de Rajoy
Josep Ramoneda reflexiona sobre el acuerdo del gobierno con el PNV, las cartas entre PSOE y Podemos y la segunda vuelta de las elecciones francesas
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El dietario de Ramoneda: 'Sacar partido de la fragilidad de Rajoy'
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Barcelona
El PNV cierra el acuerdo de presupuestos con el PP que, según la portavoz Erkoreka, garantiza quince años de paz fiscal. Dos conclusiones, el PNV ha sabido sacar partido de la fragilidad de Rajoy arrancándole todo aquello que les había negado hasta ahora. El PNV manda un mensaje que resonará en los oídos de la vieja convergencia catalana: no está en nuestros planes a medio plazo ruptura alguna con el Estado. ¿Y la corrupción? Es la debilidad del PP que le ha obligado a aceptar el negocio. Otros partidos temían contaminarse si se acercaban al PP. Al PNV le tiene sin cuidado, al fin y al cabo, en su mentalidad, ellos son vascos y la corrupción es española.
Ruido de fiscales: malestar en un pequeño mundo en el que el PP se ha movido para minimizar la corrupción. Las grabaciones escuchadas estos días son letales: acusados esperando los cambios de fiscales como agua bendita. Y amistades peligrosas en la cumbre de Justicia. El cerco sobre las responsabilidades políticas del PP por encubrimiento de la corrupción se estrecha.
Con dureza responde Javier Fernández a la carta de Pablo Iglesias que le invitaba a pactar una moción de censura. “Vuelves al lugar del crimen”, le dice, alimentando la interpretación psicologista, desarrollada por Ernesto Ekaizer, de que Iglesias vive en la rabia por haber negado la presidencia a Sánchez. Vueltas da la vida: los que se cargaron a Sánchez recuperan ahora su fallida investidura para sacar los colores a Pablo Iglesias. Moraleja: si queremos que la política sobreviva a la larga decadencia del PP, más temprano que tarde PSOE y Podemos tendrán que entenderse. Probablemente hay que esperar a que se estabilicen las relaciones de fuerzas entre ellos, es decir, a que se aclare quién se hace con la parte del león del electorado de la izquierda. Pero mientras persistan los vetos, hay derecha para rato. Y más frustración en la gente de izquierdas.
Oportunismo eclesiástico. Mientras que las instituciones religiosas judías, protestantes y musulmanes han llamado a sus feligreses a votar contra Le Pen, la Iglesia católica francesa se ha negado a pedir el voto para Macron. Y, sin embargo, en 2002, la conferencia episcopal se había pronunciando por Jacques Chirac contra Le Pen padre. ¿Otro signo de normalización del Frente Nacional?