¿Reunión casual o causal?
Todo sigue oliendo tan mal como antes de la comparecencia de José Antonio Nieto. Porque vivimos momentos en que es más fácil creer en causalidades que tragar con casualidades
Madrid
El número dos del Ministerio del Interior ha comparecido en el Congreso de los Diputados para explicar la reunión que tuvo con el hermano de Ignacio González, ahora en prisión, un mes y medio antes de que estallase la Operación Lezo. Dice que fue una reunión breve, protocolaria y en la que sólo se habló de temas de seguridad de Mercasa, empresa de la que el encausado era directivo. Y se ha presentado como víctima de una cacería política.
00:00
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Hay una contradicción semántica entre “reunión protocolaria” y “asuntos de seguridad”. Otra referida a que un encuentro sobre seguridad se ventile en 15 minutos, que no da ni para comentar con rigor un partido de Messi. Y otra aún más profunda entre la escasa trascendencia que da al encuentro el secretario de Estado y la inmediata llamada que su interlocutor hizo a alguien vinculado con la trama para contarle que el encuentro había sido “muy interesante” pero que no podía dar detalles por teléfono. En fin, que todo sigue oliendo tan mal como antes de la comparecencia. Porque vivimos momentos en que es más fácil creer en causalidades que tragar con casualidades.