Follar entre líneas
Esta semana La Tana vuelve a dejar claro que cuando tiene algo claro, lo consigue
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Getty Images
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Madrid
Me gusta que me lean de pie. Apoyados en el quicio de una puerta o en la primera columna en la que puedan apostarse para deglutirme lentamente. Sosteniendo entre las manos mis artículos sacados en papel; quiero que los que me buscan, me encuentren y me toquen a través de los párrafos. Yo, que soy más de carne, de mucho roce, de sostener la mirada y no enamorarme tan fácilmente, maleo entre líneas intentando seducir neuronas; tentando a la suerte, quiera escaparse.
Nunca tuve muy claro qué música era la mía porque preferí aprender de los gustos musicales de los que me follaban. Tampoco supe muy bien cuál sería mi gusto literario hasta que no empecé a creerme la protagonista de todas las seducciones recapituladas. Supongo que por eso fui Ada con el suficiente ardor, tal y como describe Nabokov.
Me alteran el encefalograma disparando mis neuronas con sus párrafos, con sus tramas, con su honestidad y vulgaridad si encarta. Y con las ganas manifiestas de follar conmigo, porque escriben solo para que yo los lea, eligiendo una partitura para que no los olvide. Así escribo yo, disparando a dar. Dejando bien claro a quién pretendo, a quién quiero.
Para que no tengamos otra que escribir un nuevo capítulo a cuatro manos, no vaya a ser que sepamos follar entre líneas. Te aseguro que a mí se me da divino..