¿Ahora toca condecorar a cristos?

Madrid

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, sigue los pasos de su predecesor y ha inaugurado sus condecoraciones concediendo una al Hermano Mayor del Cristo de la Legión de Málaga. Como en el caso de las vírgenes del Amor y del Pilar, desconocemos los méritos policiales atesorados por este Cristo de la Buena Muerte, por su cofradía o por su Hermano Mayor, e imaginamos sorprendidos a los otros condecorados.

Estas condecoraciones tienen algo de extemporáneo, en las dos acepciones de la palabra: impropio de este tiempo y también inoportuno e inconveniente en un estado aconfesional. Pero tiene además un punto de provocación. Hacia los no creyentes, hacia muchísimos creyentes que consideran ridículo jugar con lo sagrado y, sobre todo, a quienes acumulan méritos policiales jugándose la vida y no rezando a cristos. Pero también hacia el Tribunal Supremo que está pendiente de decidir sobre la oportunidad de la medalla a la Virgen del Amor que avaló la Audiencia Nacional con una muy abierta interpretación que para sí quisieran quienes tuitean sobre Carrero Blanco.