El viraje de Trump en favor de El Asad
El Presidente Trump quiere ganar la guerra al Estado Islámico, lo que supondría un triunfo tras diez semanas en la Casa Blanca con un balance desfavorable y El Asad no es su prioridad
Madrid
La administración Trump está virando en la política que hasta ahora mantenía sobre Siria y, en concreto, sobre el mantenimiento de Bachar El Asad. El pasado viernes, el secretario de Estado Rex Taillerson, aseguró durante una visita en Turquía que la suerte del presidente sirio sería decidida por sus conciudadanos a largo plazo. El mismo día, desde Nueva York, la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikky Haley, aseguró que "hay que elegir las batallas" y "cuando se analiza la situación, hay que cambiar de prioridades, y la nuestra no es permanecer allí para que Asad se vaya". Una posición más próxima a la mantenida desde un inicio por Rusia.
El Presidente Trump quiere ganar la guerra al Estado Islámico, lo que supondría un triunfo tras diez semanas en la Casa Blanca con un balance desfavorable. Llama la atención, de hecho, que se haya dejado de ofrecer las cifras de las tropas desplegadas por Estados Unidos en Oriente Próximo. Una decisión para garantizar el "efecto sorpresa", según un portavoz del Pentágono, pero que contrasta con la mantenida por la administración Obama.