Fernando León de Aranoa: "El cine es un acto de fe"

Madrid

Fernando León de Aranoa nos ha recordado que, de pequeño, era muy aficionado a los cómics porque le gustaba dibujar. "En el colegio me pasaba el día dibujando. Trabajé unos años en una agencia de publicidad y pensé que me dedicaría al dibujo. Quería haber hecho Bellas Artes pero me vi en otra carrera que fue Imagen y sonido que me ha llevado a hacer películas".

La primera película que recuerda haber visto el director es  "Le llamaban Trinidad", con Terence Hill y Bub Spncer. "Una de las películas que más me gustan de Woody Allen es Desmontando a Harry. El protagonista es un escritor que se maneja muy bien en el mundo de la ficción pero es un desastre en el día a día", nos dice.

"Soy muy buen espectador", explica. "Me olvido que me dedico a esto. Solo en momentos muy excepcionales o porque estás en el proceso de hacer una película, te fijas en algo en concreto. Por ejemplo, el montaje es muy obsesivo y ahora yo estoy en proceso de montaje, si voy a ver una película solo me fijo en el montaje".

Sobre su profesión reconoce que las películas solo se pueden hacer con pasión porque, a veces, son un acto de fe. "Uno no hace películas, se muda a vivir en ellas. Vuelas puentes y pierdes amistades. Es como si trasladaras a vivir a otro país y al cabo de un año y medio vuelves a tu vida normal, pones en orden tus facturas... Cualquier día es un día de trabajo. Nunca descansas realmente".

"Amo mi oficio, quiero hacer muchas más películas, pero en algún momento esa parte física hará que me apetezca escribir una novela. Es algo que siempre está en mis planes", concluye.

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