Los presupuestos aprietan

Madrid

El Partido Popular ha sumado hoy sus votos a los de la oposición en un intento de evitar, de nuevo, la foto de la soledad. Lo hizo ya el día que se aprobó volver al modelo anterior en la elección de la dirección de la televisión pública, pero hoy lo ha hecho con material más sensible todavía. Hoy el Partido Popular ha votado a favor de la comisión de investigación sobre su presunta financiación ilegal. Una comisión que formaba parte del acuerdo firmado con Ciudadanos, a la que el PP se negó hasta hace cinco minutos y a la que cede finalmente porque piensa que es mejor disfrazar su propia derrota y no permitir a la oposición que saque pecho con su victoria.

Cómo se las tiene que ver Mariano Rajoy, el del rodillo, el incapaz de negociar, ahora votando a favor de que se investiguen sus propias cuentas y hacerlo, además, después de unas cuantas semanas negándose a ello e intentando desviar la investigación a una comisión que investigue las cuentas de todos. Porque ahora, el PP habla de las donaciones a Podemos y del crowfunding de Pedro Sánchez para las primarias socialistas como si fuera un delito comparable a la presunta financiación ilegal de su partido.

No olvidemos la imputación del PP, los procesos abiertos en Madrid y en Valencia, el caso Bárcenas, la Púnica, su ministro murciano imputado y sin dimitir. El PP pretende equiparar todo esto a las cuentas de la oposición, meterlo todo en el mismo saco, pero el saco está lleno de la corrupción del PP.

Hoy su portavoz ha dicho que en lugar de una comisión de investigación va a ser una comisión de demolición, pero, aun así, ha votado favor. Los presupuestos aprietan.